Desde este verano, se han ido sucediendo las noticias sobre las alergias que provocan las uñas esmaltadas con gel. Hace unos días, una usuaria de Instagram, me preguntaba opinión acerca de la polémica.

Lo cierto es que no es una historia nueva. El problema principal es el uso unas sustancias llamadas “acrilatos”. Las moléculas de los acrilatos no son problema cuando se encuentran en estado líquido (geloso) pero sí cuando catalizan bajo la lámpara UV. En ese momento, pasan a estado sólido y si se ha tocado contacto con la piel es posible que pequeñas moléculas penetren en ella. Si la piel, tiene algún tipo de sensibilidad es posible que reaccione ante esas moléculas que la penetran desarrollando alergias en forma de grietas, inflamación…

Los acrilatos son usados por dentistas o profesionales de imprentas y fibra de vidrio. La cuestión en este tema es que ellos al manipularlos siempre están protegidos con guantes, y ahora nosotras lo llevamos en las uñas a modo decorativo. Pero como decía antes, no es una historia nueva. Desde que existen las uñas esculpidas, las tradicionales uñas de porcelana (sistema acrílico), existen estas alergias.

Las uñas de porcelana siempre han sido un servicio de lujo y no estaban al alcance de todas. Es por eso, que el número de alergias era menor. Pero ahora, el sistema de esmaltado en gel ha abierto al público una puerta que hasta ahora mucha gente no podía permitirse. Una manicura de esmalte semipermanente es mucho más económico y la proliferación de sitios de bajo coste con productos baratos ha generalizado la demanda de estos servicios.

Los productos de uñas en general son bastante tóxicos. Ya sean esmaltes, acrílicos o gel. Muchos de estos productos provienen de USA, pero en el sector profesional legal, siempre se ofrecen productos que cumplen con las normativas europeas. Otra cosa es el producto que se ofrece en otro tipo de establecimientos de bajo coste ofertados por personas no profesionales y con dudable procedencia de los principios activos.

El ácido metacrílico por ejemplo, es una sustancia presente en los primer de estos procedimientos y se absorben por las uñas yendo directos a los órganos de filtro como el hígado y los riñones. Los productos legales comercializados en España, llevan un control exhaustivo de esta y otras sustancias, por lo que el consumidor final no debe alterarse.

Pero lo más sorprendente es que no sólo están presentes en productos de uñas, también en pegamentos o sistemas artificiales de pestañas. Realmente el uso de estas sustancias está mucho más generalizada de lo que pensamos.

El principal problema de los acrilatos es el contacto de las moléculas con la piel. Al poco tiempo de ofrecerse estos servicios en el salón de belleza, comenzaron a comercializarse pequeños kits con lámparas y esmaltes de gel para el público. Normalmente el público no posee la destreza adecuada para pintarse a sí mismo con los esmaltes sin tocar la piel. Eso puede hacer que aumente el número de individuos que puedan desarrollar estas alergias de contacto.

En el sector hace tiempo que se vienen tomando medidas. El uso entre los profesionales de guantes es necesario para poder prevenirlas, ya que al trabajar con ellos siempre manchamos la piel con algo de producto. Habitualmente se le echa la culpa de las alergia al uso de las acetonas, pero es un dato erróneo. La clave está en usar productos seguros, impartidos por profesionales titulados y con los cuidados y seguridad adecuados. No les tengas miedo a las uñas esmaltadas en gel.