Como todo en la vida, el maquillaje también tiene su historia. El problema es que no solemos pararnos a pensar en ello. Desde que empezó el trauma de la crisis, he visto un millón de veces anuncios publicitarios y reportajes hablando sobre el efecto que el maquillaje tiene en las mujeres. Concretamente las barras de labios rojas. Las marcas dicen que en época de crisis pintarse los labios de rojo anima el ambiente. Pero, por lo menos en mi caso, no es que haya subido la venta en barras de este color ni mucho menos…

Llevo más de diez años vendiendo maquillaje y creo que es el la parte de mi trabajo que menos se asemeja a las modas, aunque parezca mentira.
Cada año las marcas de maquillaje llaman a mi puerta ofreciéndome nuevos productos en tendencia y yo me he dado cuenta que la gente compra lo que le da la gana.

Aunque no creo que haya muchas mujeres que no posean alguna barra en color rojo, por mucho que las marcas de labiales quieran usar el efecto crisis para vender más barras rojas mucho me temo que no lo consiguen… del todo…

Los labios rojos en esta época que nos toca vivir resultan muy sensuales y atractivos y es el color que mas efecto tienen en el los hombres… pero también en las mujeres. Os invito a hacer la prueba de pintaros los labios de un color suave, rosa, melocotón y al día siguiente hacerlo de un color rojo intenso y veréis como de un día a otro las opiniones y los comentarios de la gente os llenarán los oídos sin que las hayáis pedido. Pero no esto no siempre ha sido así…

Los egipcios fueron pioneros en casi todo y tampoco iban a ser menos en esto. Las egipcias pintaban sus labios con tintes extraídos del yodo y del bromo, otras civilizaciones trituraban piedras preciosas. Pero no fue hasta le Edad Media que todas estas técnicas se perfeccionaron con la ayuda de comerciantes islámicos que crearon los primeros labiales sólidos.
Pero la sociedad europea no los recibió con tan buenos ojos por culpa de la Iglesia que lo consideraba
un acto diabólico asociado a la hechicería y la prostitución.

En el Siglo XVI los labios rojos ganaron popularidad en Inglaterra durante el reinado de Isabel I, quien puso de moda el rostro pálido con los labios carmesí. Pero en los siglos siguientes volvió a sufrir un vuelco y caer de moda siendo considerado inaceptable para mujeres decentes por considerarlo un método engañoso para los hombres haciendo parecer más atractiva de lo que se era.

Sin embargo en Francia la cosa cambiaba y las mujeres usaban cosméticos porque opinaban que ir sin maquillar era sinónimo de pobreza, prostitución y mujeres que trabajaban.

A finales del siglo XIX había muy pocas mujeres que se atrevieran a llevar los labios maquillados, pero la tendencia empezó a cambiar con la ayuda del cine mudo en el cual las actrices se maquillaban los labios y mejillas de un rojo intenso para hacerlo sobresalir en las imágenes en blanco y negro del cine de la época.
La marca Guerlain finalmente se atrevió a lanzar un labial rojo que, aunque costó cerca de cuarenta años alcanzar popularidad, se convirtió en el nuevo objeto del deseo.

En la famosa crisis del 29, las barras de labios eran sinónimo de resistencia. Muchas mujeres tenían al menos un labial rojo a pesar de las nefastas condiciones económicas y gracias a esto la industria cosmética consiguió mantenerse a flote.
Cuando las mujeres entraron en las fábricas, pintarse los labios de rojo era sinónimo de feminidad, aún llevando un mono de trabajo.
Durante los años 50 las casas cosméticas lanzaron al mercado labiales rojos a un costo mucho más accesible que junto con las propagandas publicitarias usadas con actrices como Marilyn Monroe o Rita Hayworth lanzaron al labial rojo como el color canónico de la industria de la moda, y lo que es hoy en día.

Mi opinión al respecto es que más que animar el ambiente en épocas de crisis, los labios rojos intimidan por el efecto que tienen en la gente. Son sinónimo de fuerza, de elegancia, de feminidad y sobre todo de carácter. ¡Y es que no todo el mundo es capaz de llevar los labios rojo pasión!
He tenido que escuchar a veces en el salón a clientas que dicen que no les sienta bien el color rojo. La culpa de esto es el no saber cuál comprar, porque no a todo el mundo le quedan bien todos los colores. Existe un color para cada una, según el color de la piel, del pelo y del propio labio.
A continuación os propongo una guía que os ayudará a elegir el color adecuado con algunos ejemplos de modelos que se han prestado a la causa.
                                                           
¡Muchas gracias chicas!

Saluditoos!!!!