Nuestra forma de trabajo va a cambiar de forma significativa. Los tiempos de cambios a los que nos estamos enfrentando también van a pasar por tu gabinete de estética y en la forma en la que enfocamos los tratamientos.
Hermosilla Esteticistas hace tiempo que aboga por la personalización de cada tratamiento. Prueba de ello son nuestros corporales. El cliente paga un bono de tratamientos que implica una rebaja del precio por el compromiso de cuidarse. Pero su bono siempre es diferente al de otra persona, porque cada una tiene diferentes necesidades.
A partir de ahora, esta forma de trabajo tomará más espacio en los salones e institutos de belleza donde realmente, se tomen en serio el problema del cliente.
La ciencia en nuestro sector, nos está abriendo puertas y brindando recursos con los que hacer grandes trabajos.
Como siempre explicamos, existen dos formas de trabajo en cosmética: Cosmética de cuidado y cosmética de tratamiento.
Cuando hablamos de cosmética de cuidado, hablamos de la cosmética tradicional. Hablamos de servicios de bienestar donde el ambiente, la textura o el aroma son claves para entrar en ese especio Zen que buscamos. Son los tratamientos ideales para regalar por un cumpleaños o en navidad.
Por el contrario, la cosmética de tratamiento es aquella que provoca cambios en la piel, que soluciona problemas y aporta estabilidad. En este caso, las texturas y los aromas pueden que no sean los mejores, pero es que el enfoque es otro. A esto le llamamos dermacéutica o cosmética médica y normalmente la encontrarás en el sector profesional.
Para entender bien los dos conceptos hace falta primero conocer bien la piel.
La piel es un órgano de protección con 3 capas. Epidermis, Dermis e Hipodermis. Dentro de la capa más superficial, la Epidermis, diferenciamos hasta 5 estratos más (depende de la localización, no es lo mismo las manos que la cara).
La cosmética de cuidado consigue entrar hasta la 2-3 capa. Mientras que la cosmética de tratamiento puede llegar a dermis y provocar renovaciones de estas capas.
El sector profesional tiene un arma que no tienen otros. El trabajo constante de las pieles y por consiguiente su conocimiento. Y además la potente formulación dermaceútica fruto de la bioteconología. Con esto, conseguimos nanoparticulas de los activos para hacer que penetren y lleguen a provocar los cambios que deseamos.
Pero para esto, es necesario la personalización del tratamiento.
Se abre ante nosotros una nueva era y una nueva forma de trabajo: El método Tailored to you, o lo que es lo mismo, el método de personalización para ti.
El cliente afrontará otra forma de cuidado de la piel. Haremos un análisis preciso de la piel y veremos el estado emocional actual que pueda afectarla. Con el resultado, se propondrá una carta de cuidados en cabina y una receta de belleza para casa.
La esteticista además, tomará ahora otro papel diferente. Será tu Skincare Parter o tu compañera en este viaje. Se crea una nueva figura que estará a tu lado, guiando y supervisando que todo vaya correctamente. Porque lo importante siempre será esa piel que está en nuestras manos.
Así, la importancia del cuidado en casa asume máxima relevancia porque será el 50% del éxito del tratamiento. Siendo las visitas en cabina puntos de evaluación continua donde se comprobará si la ruta es correcta y donde haremos la parte más intensa del propio tratamiento.
El tratamiento en cabina constará de dos partes principales. Por un lado la higiene y preparación básica y por otro lado, la parte técnica y más importante, compuesta por la estimulación con diferentes ácidos y la penetración de un cóctel de activos. Todo ello, por supuesto, adaptado a cada necesidad siguiendo el método Tailored to you.
Es hora de ponerse en marcha, es hora de tu momento.