Estamos viviendo una época en la que las pestañas son grandes protagonistas. Yo soy una fan declarada de resaltarlas y siempre aplico capas y más capas de máscara para sacarles el máximo partido. Cada vez tenemos más recursos, la oferta es cada vez mayor y ahora quien no luce unas pestañas de vértigo es porque no quiere.
Los sueros alargadores son viejos conocidos del salón y en mi opinión es uno de los mejores productos diseñados en estética sin lugar a dudas. La desventaja es que tenemos que tener un poco de tiempo para poder ver su potencial. Deben pasar unos tres meses para que podamos ver las pestañas el doble de largas de las naturales.
Es cierto, que en cada persona es distinto y la largura final dependerá del largo natural. Pero lo que está claro es que a todo el mundo le crecen y podemos asegurar un éxito del 100%.
Si la persona que lo utiliza tiene poco rizo natural, una vez que hayan crecido con el suero alargador podemos hacer una permanente o un tinte. También hemos incorporado el sistema lifting que las sube desde la base. Además, cualquiera de estos dos sistemas son inocuos para la pestaña, tienen una durabilidad de un par de meses y se puede repetir tantas veces como se quiera. Potencia el efecto del suero alargador y una vez maquilladas, las pestañas quedan impresionantes.
Pero si aún así, sigues sin tener suficiente, puedes optar por las extensiones de pestañas. Es un trabajo complicado que requiere mucha precisión y tiempo. Se colocan pelos sueltos de distintas medidas sobre los pelos naturales como las extensiones capilares. De este modo el pelo artificial queda engarzado perfectamente sobre la pestaña natural y el “efecto de muñeca” es total y absoluto. La desventaja es que no son del todo cómodas y requiere mucho cuidado en el desmaquillado si no quieres romperlas. También requieren “rellenos” periódicos cada dos semanas aproximadamente.
Una versión más económica y rápida es la pestaña artificial. Existen varios tipos. La clásica tira o las llamadas “grupales” que son varios pelitos agrupados en un pequeño abanico. Se pueden usar sobre la pestaña natural teniendo de este modo una mayor duración o aplicarlas sobre la pestaña maquillada y que se eliminarán con el desmaquillado del ojo. Esta versión es muy usada en el salón porque es muy socorrida y coloca pestañas muy naturales dandole mucha más expresión al maquillaje realizado. Especialmente cuando tenemos un párpado caído o cuando se carece de una buena pestaña natural.
En cualquier caso, debemos estar contentas. La oferta es enorme y para todos los gustos. ¿Con cuál te quedas?